Es un edificio para la Facultad de Bellas Artes que está en armonía con los existentes y ayuda a configurar una imagen global del Campus de Teruel dotándolo de las  infraestructuras necesarias.

Se trata de un edificio singular resuelto en tres plantas con núcleo principal de acceso y comunicaciones que por su ubicación  ordena los diferentes espacios y usos, así como conexiones especiales y visuales entre las diferentes plantas, buscar la representatividad propia del edificio, articulando un hall de edificio desde el que se estructuran la totalidad de los espacios, tanto en vertical, a través de huecos que posibilitan  el control visual, como por la ubicación de los núcleos de comunicación, espacios comunes, la iluminación y vistas a través del muro cortina directamente relacionado con el exterior.

Formado por tres volúmenes y brazos en diferentes longitudes con pequeños elementos salientes y compositivos que, junto con el volumen de acceso, de mayor entidad y con capacidad de articulación, conexión, organización, ocupación y desplazamientos adaptables a la topografía de la parcela genera espacios libres adaptados a los diferentes usos exteriores desde accesos, espacios libres, aparcamientos  y especialmente vinculados a usos interiores y que los espacios junto a las pistas deportivas sean continuidad de la rasante actual.

El edificio es autónomo y bajo ese criterio lo hemos desarrollado con circulaciones y ordenaciones interiores claramente articuladas con incorporación de núcleos de comunicación proporcionados a los recorridos del edificio y a la compartimentación de los diferentes espacios.

El acceso resuelve la ordenación general del edificio, recogiendo los núcleos de comunicación vertical, escalera principal, ascensor y núcleos de aseos, tiene conexión directa con el espacio para cafetería, sala de exposiciones, sala de proyecciones y conserjería, y desde aquí, a través de los recorridos de circulación se organiza el resto del programa de planta y del resto del edificio a través  del núcleo de comunicaciones vertical, que resuelve el problema del acceso desde aquí a cada espacio de circulación  y a cada dependencia, agrupando los talleres y los espacios de contenido específico  como bloques unitarios por un lado y por otro los espacios docentes con contenido más teórico, y separado de la parte administrativa y común como enlace de ambas zonas y plantas superiores.

La elección de materiales del edificio propuesto, son seleccionados intentando huir de introducir en el campus, tonos que puedan distorsionar la imagen global del conjunto.

De la riqueza volumétrica y de las formas articuladas alrededor del módulo de acceso, barajamos tres materiales base para la imagen exterior de la construcción: hormigón visto blanco o gris, ladrillo de hormigón blanco sin junta vertical, superficies acristaladas, carpintería, celosías y revestimientos metálicos.

Todo el edificio funciona a través del núcleo principal de comunicaciones del módulo acceso, quedando dos secundarios que resuelven los problemas extremos de conexión entre plantas de gran longitud de desarrollo y su conexión directa con el exterior, quedando como escalera de emergencia, haciendo la función de remate o fondo del pasillo distribuidor, a la vez que posibilita la iluminación de los espacios de circulación.

La ocupación en planta, retranqueos y espacios libres obedecen a la ubicación  y orientación con giro del edificio buscando una mejor orientación solar a la vez que un máximo perímetro de fachada y profundidad edificable adaptable  a los usos y superficies, consiguiendo la máxima iluminación y ventilación natural.